dimarts, 9 de desembre del 2008



10 de Diciembre de 2008.
60 Aniversario Declaración Universal de los Derechos Humanos. 1948-2008


Mañana se celebra el sexagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Se trata de una fecha de suma importancia ya que por sí misma, la Declaración, representa el cimiento de las normas internacionales de derechos humanos. Hablamos de un texto vivo que nos concierne a todas y a todos los ciudadanos del mundo ya que representa un ideal común por el que todas las naciones y todos los pueblos del planeta deben esforzarse en reproducir. No se trata de una declaración de deseos o buenas intenciones sino de promover unos valores básicos como la dignidad inherente en el ser humano, la no discriminación, la igualdad, la equidad y la universalidad, aplicables a todos, en todos los lugares y en todo momento. Así pues, la Declaración es universal, duradera y dinámica. Por tanto nos concierne a todos.
Cuando se aprobó el texto inicial hace sesenta años, en 1948, teníamos un mundo dividido por el colonialismo, herido en una postguerra mundial tras las atrocidades del nazismo y construido sobre la desigualdad en todos sus aspectos. Por todo ello, el mero hecho de presentar un documento cuyo principal compromiso era velar a nivel mundial por la dignidad y la igualdad inherentes de todos los seres humanos, con independencia de su origen, raza o credo constituyó sin lugar a dudas una empresa verdaderamente audaz e incluso temeraria. Desde entonces ha sido y sigue siendo fuente de inspiración de los esfuerzos conjuntos a nivel nacional e internacional por y para la promoción y protección de los derechos humanos y de las libertades fundamentales.
El tema para este año 2008 es “Dignidad y Justicia para todos nosotros”, reforzando sus valores universales. Debemos rendir pues homenaje a los numerosos defensores de los derechos humanos y de su lucha a través de estos sesenta años y a la valentía de los redactores originales, quienes tuvieron osadía y una extraordinaria visión de un futuro mejor por el que merecía la pena luchar.
Para que los derechos humanos se apliquen sin restricciones se ha de hacer una amplia difusión de los conocimientos y fomentar la comprensión entre las poblaciones de cuáles son sus derechos y de cómo poder defenderlos. Actualmente, la Declaración se ha traducido a más de 360 idiomas, lo que da fe de su voluntad y alcance universales.

En nuestra Declaración de Principios las y los socialistas decimos lo siguiente:
“Somos socialistas porque queremos construir una sociedad basada en la realización plena y efectiva de los valores de libertad, igualdad, fraternidad, justicia social y paz. Estos valores son para nosotros inseparables, conforman nuestra ética personal y nuestra manera de entender el mundo, guían nuestra acción y se contraponen a los privilegios, las desigualdades y el individualismo insolidario (…)”

Y para finalizar, una reflexión de Ban Ki-Moon, actual Secretario General de las Naciones Unidas:

“Es nuestro deber garantizar que esos derechos se hagan efectivos en la realidad – que sean conocidos, comprendidos y disfrutados por todos, en todos los lugares del mundo. Con frecuencia, los que más necesitan que se protejan sus derechos humanos son los que también necesitan estar informados de la existencia de la Declaración - y de que existe para todos."