dijous, 8 de gener del 2009



Los Pantalones de la Ministra y el Exotismo de Aznar.

Me siento absolutamente indignada. Hablo de la controversia generada en la celebración de la Pascua Militar por el atuendo que portaba la ministra Carme Chacón en dicha ceremonia. Que el blanco de las iras y frustraciones de la parte más casposa y retrógrada de nuestra sociedad sea la vestimenta, peinado y maquillaje de una mujer me llena de repugnancia y de tristeza. Más allá de lo correcto o incorrecto de su elección según marcara el protocolo de la Casa Real, está la subyacente mirada machista que sigue imperando en nuestra “moderna” sociedad española. Por supuesto, eso no pasaría si la ministra hubiera sido hombre. De hecho, estoy de acuerdo con Leire Pajín cuando señala que se trata de críticas sexistas y que el hecho es “insólito y tristemente lamentable”. Nadie le critica a la ministra su gestión, que hasta el momento está siendo ejemplar. Le critican la apariencia y la indumentaria. Francamente vergonzoso.
Si queremos avanzar en una sociedad y llegar a la igualdad real no debemos tolerar este tipo de comentarios por parte de nadie ni que estos se conviertan en el centro de la discusión pública. Es un gran error y una involución en la consecución de los derechos de las mujeres. Esos derechos que tantos siguen vulnerando día a día y que debemos seguir luchando por hacer que se cumplan.
De hecho, todo resulta más ridículo si nos vamos al otro extremo. Ahí tenemos de nuevo las ocurrencias del Sr. Aznar. Esas que aunque se critican no causan el revuelo que los pantalones de la ministra. Aunque se permita necedades del tipo que la victoria de Obama es “un exotismo histórico” y “un previsible desastre económico” o bien, en el colmo del cinismo que “Bush es un gran estadista”, por no recordar las armas de destrucción masiva y demás, en una lista casi interminable de infamias, mentiras y tonterías varias. En fin. Realmente kafkiano.

dilluns, 5 de gener del 2009


VERGÜENZA Y ESTUPOR. LA INVASIÓN DE GAZA.

El pasado sábado 27 de Diciembre, a punto de finalizar el año, el Estado de Israel abría los noticieros del mundo entero, sumergidos en la alegría navideña, con una campaña de ataques sobre la franja de Gaza, la más letal desde 1967 y la Guerra de los Seis Días. A día de hoy, 5 de enero de 2009, el saldo de víctimas de la operación supera los 500 muertos y los 2.500 heridos. Principalmente población civil. Evidentemente inocentes.

Tras semanas de estricto bloqueo en la franja, los hospitales de la zona no cuentan con medios suficientes para atender a los heridos, y la ayuda humanitaria no llega o lo hace con dificultad debido a que Israel mantiene las fronteras con Gaza cerradas e incluso se permite atacar barcos con dicha ayuda humanitaria. Finalmente, hoy, está previsto que 80 camiones de ayuda humanitaria entren en la zona supervisados por el ejército israelí sin duda resultado de la presión de la Comunidad Internacional. El objetivo de la invasión militar es según Israel “asestar un duro golpe” al movimiento islamista Hamás y demás milicias que actúan en Gaza para minimizar los ataques con cohetes lanzados desde territorio palestino contra el Estado judío después de que Hamás rompiera la tregua pactada en 2007. Hay quienes opinan que más bien tiene que ver con las próximas elecciones en Israel, donde todavía es primer ministro, interino y renunciante por corrupción, Ehud Olmert. Los hechos históricos indicarían otra cosa: quizás se trate del nunca olvidado intento de reconstruir el “Gran Israel” echando a los palestinos de su tierra. Sin embargo, nada justifica el ataque indiscriminado que está sufriendo la población civil por parte del Estado de Israel, quienes se atreven a calificar los ataques y los bombardeos que ellos efectúan de maniobras defensivas en un alarde de cinismo sin límite. Resulta cuando menos extraño comprobar que ese mismo pueblo judío, duramente maltratado por la Historia de Occidente y víctima de la más aberrante masacre del siglo XX llamada Holocausto, no eche la mirada atrás para comprobar que ellos se han convertido en los verdugos de otro genocidio desafortunadamente sin final en estos momentos.

Ante la desproporcionada y cruel reacción del gobierno israelí nosotros, los socialistas, pedimos una rápida actuación de la Unión Europea i de Naciones Unidas en la zona para parar la masacre que afecta sistemáticamente a la población civil. Como dice Maria Badia, diputada socialista, “entrar en esta dinámica de violencia, de acción y reacción, por parte de ambos actores no conduce a ninguna salida y tan solo alimenta y consolida las posiciones más radicales de cada una de las partes en conflicto”.

Por todo ello, nosotros, el Psc, condenamos de forma rotunda el ataque de Israel y exigimos el alto el fuego inminente. Pero también reclamamos el retorno a la tregua que Hamas ha roto, con tal de recuperar el compromiso por un acuerdo de paz iniciado en el proceso de Annapoli en el 2007. Reiteramos que el diálogo entre las partes es la única vía para una solución pacifica y duradera del conflicto.