dijous, 8 de gener del 2009



Los Pantalones de la Ministra y el Exotismo de Aznar.

Me siento absolutamente indignada. Hablo de la controversia generada en la celebración de la Pascua Militar por el atuendo que portaba la ministra Carme Chacón en dicha ceremonia. Que el blanco de las iras y frustraciones de la parte más casposa y retrógrada de nuestra sociedad sea la vestimenta, peinado y maquillaje de una mujer me llena de repugnancia y de tristeza. Más allá de lo correcto o incorrecto de su elección según marcara el protocolo de la Casa Real, está la subyacente mirada machista que sigue imperando en nuestra “moderna” sociedad española. Por supuesto, eso no pasaría si la ministra hubiera sido hombre. De hecho, estoy de acuerdo con Leire Pajín cuando señala que se trata de críticas sexistas y que el hecho es “insólito y tristemente lamentable”. Nadie le critica a la ministra su gestión, que hasta el momento está siendo ejemplar. Le critican la apariencia y la indumentaria. Francamente vergonzoso.
Si queremos avanzar en una sociedad y llegar a la igualdad real no debemos tolerar este tipo de comentarios por parte de nadie ni que estos se conviertan en el centro de la discusión pública. Es un gran error y una involución en la consecución de los derechos de las mujeres. Esos derechos que tantos siguen vulnerando día a día y que debemos seguir luchando por hacer que se cumplan.
De hecho, todo resulta más ridículo si nos vamos al otro extremo. Ahí tenemos de nuevo las ocurrencias del Sr. Aznar. Esas que aunque se critican no causan el revuelo que los pantalones de la ministra. Aunque se permita necedades del tipo que la victoria de Obama es “un exotismo histórico” y “un previsible desastre económico” o bien, en el colmo del cinismo que “Bush es un gran estadista”, por no recordar las armas de destrucción masiva y demás, en una lista casi interminable de infamias, mentiras y tonterías varias. En fin. Realmente kafkiano.